domingo, 29 de enero de 2012

Falacias de la "ley Doring"

Cuando, en medio de la lucha contra la SOPA, me enteré de la existencia de la "ley Doring", lo primero que pensé fue: nada más ven burro y se les antoja viaje. Así que decidí darle una leída a la dichosa iniciativa, tan sólo para encontrarme con una serie de argumentos trillados y falsos que únicamente convencen al muy desinformado o al muy tonto.

Recordando que la mejor manera de comenzar a combatir la arbitrariedad y el abuso a nuestras libertades es estando informado y difundiendo las mentiras que los funcionarios en el poder pretenden vendernos, comparto con ustedes dos falacias que se presentan como motivos de la citada iniciativa.

1. La libre compartición de contenido digital en la red ha hecho que artistas y productores de contenido creativo pierdan un incentivo para continuar creando.

Éste es el mismo argumento que esgrimían hace décadas los creadores de software privativo, y el mismo ha quedado completamente desmentido por el éxito del movimiento del software libre y el open source.

Tal vez esto no sea tan evidente para todos, pero los artistas genuinos (en contraste con los productos plásticos prefabricados por las discográficas y diseminados a la población por los medios masivos) no se dedican a la actividad creativa con el fin de volverse millonarios. O acaso creen que fue el dinero lo que motivó a Café Tacuba, a Molotov, a Panteón Rococo, a la Gusana Ciega, o a cualquier otra banda o artista representativo de nuestro país, a componer y producir su material?

Si a lo que se refiere el argumento es que los distribuidores del contenido (léase discográficas) son los que ya no tendrán un incentivo para apoyar a los artistas a producir y distribuir sus obras, les tengo una sorpresa: cada vez los necesitamos menos, porque gracias al formato libre de la Internet y al cada vez mayor alcance que éste tiene para la población, hoy en día ya es posible comenzar a prescindir de
una discográfica para darse a conocer al mundo, y pronto las discográficas habrán quedado obsoletas en su formato actual.

En un principio las discográficas y los medios masivos de difusión asociados a ellas ignoraron esta visión, porque consideraron a la Internet como algo distante de su lucrativo negocio, pero el día finalmente ha llegado en que su negocio comienza a reflejar las pérdidas y ahora luchan desesperadamente para evitar lo inevitable.

Lo que debe quedar claro es que el arte y las expresiones creativas no están condicionados a incentivos monetarios. El dinero no es la razón de ser de dichas manifestaciones y la ausencia de grandes ganancias monetarias en dicha industria no va a mermar la calidad de las mismas. La cantidad? Sí, eso si va a disminuir, pero a quién le importa tener un monto de grupos plásticos basura que son prefabricados por dichas industrias para acrecentar sus ganancias?

2. Compartir material a través de las redes P2P te convierte en un criminal.

Hasta donde yo sé no se considera un delito que yo le preste un libro a un amigo. La noción de la libertad inalienable del ser humano para compartir aquello que le pertenece es prácticamente omnipresente. Por qué, entonces, cuando decido ejercer dicha libertad en un mundo virtual, repentinamente me convierto en un criminal, en un "pirata"?

El hecho de que mi libertad de compartir, combinada con una tecnología maravillosa que me permite hacer copias de una obra (que, en términos del mundo digital, es la forma natural de compartir algo) a un costo prácticamente nulo, resulte en un descenso abrupto de las utilidades de una industria que por muchos años utilizo su monopolio absoluto para obtener enormes ganancias, no me convierte en un criminal.

La libertad de compartir con mis amigos, vecinos, conocidos o con cualquier persona que yo quiera, no debe estar restringida por el hecho de que eso afecte al negocio del que me vende el material. Una libertad tan fundamental no debe quedar atada por los intereses económicos de un grupo que poco aporta al desarrollo de nuestra sociedad. Dudo mucho que si existiera una maquina capaz de reproducir comida a un costo casi nulo, y yo decidiera usarla para compartirla con mis vecinos, se me pudiera acusar de ser un criminal que esta causando un mal a la sociedad, cierto?

Y claro, siempre saldrá el que diga: "Pero es que la ley establece que compartir música es ilegal". No seamos tan ingenuos para creer que si algo esta legislado es porque es lo adecuado para un pueblo. En todos los países, siempre habrá legislación que beneficia a grupos política y/o económicamente muy poderosos a expensas del perjuicio que le cause al pueblo.

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