Angelito
Un niño le dice a su mamá:
- ¡Oye mamá, me engañaste!
- No hijo yo no te engañé
El niño sigue insistiendo:
- Si mamá, tú me engañaste
- ¿Por que dices que te engañe?
- Tu me engañaste por que me dijiste que mi hermano era un angelito.
- Pero si es cierto, tu hermano es un angelito, apenas un bebé.
- ¡No es cierto! ¡Recién lo aventé desde la azotea y no voló!
- ¡Oye mamá, me engañaste!
- No hijo yo no te engañé
El niño sigue insistiendo:
- Si mamá, tú me engañaste
- ¿Por que dices que te engañe?
- Tu me engañaste por que me dijiste que mi hermano era un angelito.
- Pero si es cierto, tu hermano es un angelito, apenas un bebé.
- ¡No es cierto! ¡Recién lo aventé desde la azotea y no voló!
Inflado automático
Una señora se va a operar de los pechos, porque le parece que los tiene demasiado pequeños. Cuando la operación termina ella voltea a verse y dice desilusionada:
- "Doctor, pero no tengo nada. Me parece que incluso estoy peor que antes."
- "Lo que pasa es que le hemos puesto los nuevos implantes automáticos. Usted tiene que agitar los brazos y se le inflarán",- le responde el doctor, mientras le mueve los brazos como una gallina.
Días después la señora iba por la calle y se encuentra a un hombre bien parecido y le dice al tiempo que agitaba los brazos:
- "¿Quiere venir a tomar un café"
- "¡Por supuesto!", le contesta el hombre, moviendo las piernas como loco.
- "Doctor, pero no tengo nada. Me parece que incluso estoy peor que antes."
- "Lo que pasa es que le hemos puesto los nuevos implantes automáticos. Usted tiene que agitar los brazos y se le inflarán",- le responde el doctor, mientras le mueve los brazos como una gallina.
Días después la señora iba por la calle y se encuentra a un hombre bien parecido y le dice al tiempo que agitaba los brazos:
- "¿Quiere venir a tomar un café"
- "¡Por supuesto!", le contesta el hombre, moviendo las piernas como loco.
Una hora de plazo
Himenia Camafría, madura señorita soltera, fue al cine. En la penumbra de la sala, un individuo se sentó junto a ella y empezó a hacerla objeto de tocamientos lúbricos.Le advierte la señorita Himenia:
- "Le doy una hora para que deje de hacer lo que está haciendo, o tendré que llamar al acomodador"...
- "Le doy una hora para que deje de hacer lo que está haciendo, o tendré que llamar al acomodador"...
Prematuro
En una fiesta en Galicia, relata un señor:
- "Cuando mi padre nació, fué prematuro. Pesó apenas un kilo".
- "¡Qué barbaridad! -exclama Venancio-. ¿Y vivió?"
- "Cuando mi padre nació, fué prematuro. Pesó apenas un kilo".
- "¡Qué barbaridad! -exclama Venancio-. ¿Y vivió?"
La de Hernán Cortés
La inspectora escolar les pregunta a los niños en el examen público:
- "A ver: ¿cuál fue la ruta de Hernán Cortés?"
- "¡La Malinche!" -responde sin vacilar Pepito.
Se oyen risitas entre los padres de familia.
- "Dije 'la ruta'" -precisa algo nerviosa la maestra.
- "Ah, vaya -dice Pepito-. Yo oí otra cosa. ¿Le digo lo que yo oí?"
- "No es necesario" -se turba la inspectora.
- "¡Sí, sí!" -piden a gritos, divertidos, los señores-. "¡Que diga que oyó!"
- "Está bien, Pepito "-cede la profesora, resignándose a lo peor-. "Di qué oíste cuando yo pregunté cuál fue la ruta de Hernán Cortés".
Responde Pepito con una gran sonrisa:
- "Oí: ¿Cuál fue la ruca de Hernán Cortés?"...
- "A ver: ¿cuál fue la ruta de Hernán Cortés?"
- "¡La Malinche!" -responde sin vacilar Pepito.
Se oyen risitas entre los padres de familia.
- "Dije 'la ruta'" -precisa algo nerviosa la maestra.
- "Ah, vaya -dice Pepito-. Yo oí otra cosa. ¿Le digo lo que yo oí?"
- "No es necesario" -se turba la inspectora.
- "¡Sí, sí!" -piden a gritos, divertidos, los señores-. "¡Que diga que oyó!"
- "Está bien, Pepito "-cede la profesora, resignándose a lo peor-. "Di qué oíste cuando yo pregunté cuál fue la ruta de Hernán Cortés".
Responde Pepito con una gran sonrisa:
- "Oí: ¿Cuál fue la ruca de Hernán Cortés?"...
Zoofilia
La mamá de Pepito estaba embarazada, así que el Papá se dispuso a explicarle al niño que ya no iba a ser hijo único. - Mira Pepito - comienza a decir pacientemente el señor - he hablado con la cigüeña y próximamente te va a traer un hermanito. ¿ Qué te parece?
El chiquillo, con cara de asombro, pregunta a su vez:
- ¿Con la cigüeña, dices?
- Así es hijo. Ella traerá al mundo a tu hermanito o hermanita.
El Rodeo
Estaban reunidos tres amigos tomando cerveza. Y como siempre pasa en esas ocasiones, empezaron a hablar sobre las mejores posiciones durante las relaciones sexuales. Uno dijo:
- La mejor posición a mi gusto es la "69".
El otro dijo:
- Pus a mí en lo personal me fascina el "pollo asado".
Y el tercero, dejando la cerveza en la barra los voltea a ver y les dice: - Bien se ve que no saben nada del sexo. En realidad no hay nada mejor que la del "rodeo".
Los otros dos amigos se miraron con cara de asombro y le preguntaron de que se trataba.
- Bueno, -explica - le dices a tu mujer que se ponga en cuatro, y empiezas por detrás. Una vez las cosas se pongan bien calientes, apoyas tú pecho sobre su espalda, la abrazas fuertemente, y con delicadeza le susurras al oído: "Esta posición le fascina a mi secretaria" e intentas mantenerte encima de ella por más de ocho segundos!
- La mejor posición a mi gusto es la "69".
El otro dijo:
- Pus a mí en lo personal me fascina el "pollo asado".
Y el tercero, dejando la cerveza en la barra los voltea a ver y les dice: - Bien se ve que no saben nada del sexo. En realidad no hay nada mejor que la del "rodeo".
Los otros dos amigos se miraron con cara de asombro y le preguntaron de que se trataba.
- Bueno, -explica - le dices a tu mujer que se ponga en cuatro, y empiezas por detrás. Una vez las cosas se pongan bien calientes, apoyas tú pecho sobre su espalda, la abrazas fuertemente, y con delicadeza le susurras al oído: "Esta posición le fascina a mi secretaria" e intentas mantenerte encima de ella por más de ocho segundos!
Ganancia segura
Se encuentran Manolo y Venancio en un bar:
- ¡Eh, manolo, cuánto tiempo sin verte!
- ¡Hola Venancio! Es que estuve en Las Vegas
- ¡Jolines, que sorpresa! ¿Y cómo te fue?
- Muy bien, vi espectáculos increíbles, y cantidad de cosas para jugar
- Jugaste, me imagino...
- Claro, y no me vas a creer: hay miles de máquinas. ¡Cómo será que hay máquinas donde nunca pierdes!
- ¿Nunca, nunca?
- Sí, sí, siempre ganas
- ¿Ganaste mucho dinero?
- La verdad es que no mucho, pero... Lo que no sé es que voy a hacer con tantas latas de Coca-Cola.
- ¡Eh, manolo, cuánto tiempo sin verte!
- ¡Hola Venancio! Es que estuve en Las Vegas
- ¡Jolines, que sorpresa! ¿Y cómo te fue?
- Muy bien, vi espectáculos increíbles, y cantidad de cosas para jugar
- Jugaste, me imagino...
- Claro, y no me vas a creer: hay miles de máquinas. ¡Cómo será que hay máquinas donde nunca pierdes!
- ¿Nunca, nunca?
- Sí, sí, siempre ganas
- ¿Ganaste mucho dinero?
- La verdad es que no mucho, pero... Lo que no sé es que voy a hacer con tantas latas de Coca-Cola.
Situación difícil
Vas circulando en tu coche. A la izquierda tienes un pronunciado desnivel, y a la derecha un camión de bomberos pegado a ti.
Delante tuyo hay un cerdo gigantesco, y detrás te sigue un helicóptero a ras de suelo. Los dos se mueven a la misma velocidad, muy cerca de tu coche.
Pregunta: ¿cómo sales de esta situación?
Respuesta: Bajando del carrusel.
Delante tuyo hay un cerdo gigantesco, y detrás te sigue un helicóptero a ras de suelo. Los dos se mueven a la misma velocidad, muy cerca de tu coche.
Pregunta: ¿cómo sales de esta situación?
Respuesta: Bajando del carrusel.
Lujoso funeral
Murió el rico señor, y su viuda le dijo al empresario de pompas fúnebres que no se detuviera en gastos: quería el mejor y más lujoso funeral para su esposo. El entierro, en efecto, fue por todo lo alto, y así la señora no se sorprendió cuando el hombre de la funeraria le presentó una cuenta elevadísima, y la pagó sin vacilar.
Un mes después, sin embargo, la viuda recibió otra cuenta, ahora por mil pesos. Pensó que era por algo que el empresario se había olvidado de cobrar, de modo que esa cuenta la pagó también.
Pero al mes volvió a recibir una nueva cuenta de mil pesos. Preguntó entonces al de la funeraria de qué eran esas cuentas.
- "Señora -contesta el individuo-, usted me dijo que quería un funeral elegante para su difunto esposo. Entonces alquilé un esmoquin y lo vestí con él para enterrarlo"
Un mes después, sin embargo, la viuda recibió otra cuenta, ahora por mil pesos. Pensó que era por algo que el empresario se había olvidado de cobrar, de modo que esa cuenta la pagó también.
Pero al mes volvió a recibir una nueva cuenta de mil pesos. Preguntó entonces al de la funeraria de qué eran esas cuentas.
- "Señora -contesta el individuo-, usted me dijo que quería un funeral elegante para su difunto esposo. Entonces alquilé un esmoquin y lo vestí con él para enterrarlo"